Lo más lindo de ser periodista es poder girar las cosas para verlas desde todos los lados posibles. Y contar, piensa Agustina Frontera, licenciada en Ciencias de la Comunicación de la UBA y Magíster en Periodismo documental en la UNTREF.
Trabaja como periodista y productora audiovisual.
Publicó un libro de crónica, Una excursión a los Mapunkies (Pánico el pánico, 2013 y Doble Zeta, 2014) y uno de poesía, La central del sentir (Nulú Bonsai, 2014). Participa en antologías literarias y revistas culturales. Vivió muchos años en Neuquén pero ahora está radicada en Buenos Aires.
A los 5 años tuvo un conejo que se llamaba Dulzura. Tuvo un final truculento: se lo comieron los perros de la chacra donde vivía.
Lo mejor que le pasó ayer fue debatir apasionadamente con alguien que no reconoce el patriarcado.