Lo peor de ser investigadora, dice Verónica Giménez Béliveau, es que como todo en la vida escribir cuesta mucho, y a veces la carrera por publicar seca la creatividad y la gracia. Sin embargo, ella tiene una vasta producción de libros y artículos, muchos de los cuales han sido premiados.

Lo mejor de ser investigadora sucede, dice, cuando el campo se despliega, y después de largos días y noches de estar con personas, escuchar, hablar, cometer mil torpezas, aparece un hilo de Ariadna que les permite comprender algo, que une sospechas con ideas, conceptos con claridades que surgen del campo.

Es socióloga, egresada de la Universidad de Buenos Aires. Doctora en sociología (EHESS- UBA), e investigadora principal del CONICET. Se especializa en el estudio de la sociabilidad católica y de las formas de identificación nacionales, étnicas y religiosas en la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.

Sabe Italiano, Francés e Inglés y se maneja muy bien para leer en Portugués y Latín.

Es profesora del Seminario “Sociedad y Religión”, en Sociales de la UBA, y desde el 2002, forma parte del comité editorial de la Revista Sociedad y Religión, editada por el CEIL (CONICET).