El año en el que Santiago nació en Buenos Aires no pasó nada. Sus inicios en la vida allá por el 92, sus primera palabras, sus pasos de arranque, se dieron en aquel período en que corría la idea de que vivíamos el “fin de la historia”.
Antes de terminar el secundario, no sabe aún por qué, le regalaron un grabador Samsung. Hoy tiene uno parecido. Sus personas cercanas se dieron cuenta de su pasión más rápido que él: cuando recibió el obsequio, sus familiares sí tenían claro que quería ser periodista. Desde que se dio cuenta, intentó perfeccionarse. Desde entonces, la escritura y cambiar el mundo son sus pasiones, junto con el mate, River y el asado. Se considera periodista, hincha y militante. Hace poco encontró, además, otra vocación: dar clases; en este caso, en el CBC de Ciudad Universitaria.
Santiago es de Comunicación de la UBA. Participó en la Agencia de Noticias Anred, el diario barrial Flores de Papel, el medio partidario riverplatense La Máquina Radio y el portal Parabuenosaires. Colaboró en el diario Tiempo Argentino y escribe en El Grito del Sur. Desde hace años es parte del colectivo de escritores Lástima a Nadie, Maestro, lugar en el que cumplió más sueños de lo pensado y pudo ser parte de la publicación de tres libros distintos: Crónicas Maradonianas, Fuegos de Junio e Ilusión Eterna.