Mis días con Giselle Rímolo en la cárcel
Expectantes, esperábamos su entrada. En cualquier momento estaría bailando entre nosotras. ¿Traería las mejores joyas? ¿Llegaría con su chofer? A las 8.30, el ruido ensordecedor de un carro de metal con las ruedas chuecas por tantos años de uso nos avisó que estaba listo el desayuno: un mate cocido color verde sobrenatural. No lo bebería ... Leer más