LOS RICOS TAMBIÉN SUBEN STORIES

El Wandagate fue el culebrón del año. Nos sacó de la modorra de la pandemia y la campaña electoral. ¿Cómo logró un relato a base de stories mantener a un país en vilo?

El primer episodio empezó con una storie de Wanda Nara.

Fondo negro. Ocho palabras y ningún nombre propio, porque si de algo sabe la farándula argentina es de estrategias para evitar conflictos legales.

Otra familia más que te cargaste por zorra !

El mensaje encendió las alarmas y el periodismo chimentero nos develó el misterio: Wanda acusaba a la China Suárez de seducir a su esposo, Mauro Icardi.

En cuentagotas y a través de las redes y programas de chimentos construyeron una telenovela desde la mirada de varios personajes, con Wanda como protagonista y narradora inobjetable.

Un escándalo con ingredientes irresistibles: - Una mediática casada con un futbolista exitoso (se enamoraron cuando ella estaba casada con otro futbolista exitoso).

- Mensajes subidos de tono con una actriz bellísima que también protagonizó varios escándalos amorosos en los últimos años.   - Celos, infidelidades e información en cuentagotas.

Las búsquedas en Google se dispararon, indispensable para alcanzar el clima que toda historia hitera necesita.

El escándalo escaló a tal punto que hasta lxs políticos opinaron del tema.

Activá el sonido

Activá el sonido

Wanda siempre supo leer la realidad: vivimos en un mundo machista en el que la sexualidad de las mujeres se mira con desconfianza y una severidad victoriana que no aplica a los varones.

En este culebrón siempre hay que estar de un lado o del otro: ¿team China o team Wanda? ¿A quién defendemos y a quién atacamos?

¿Por qué no podemos parar de hablar de esto? Porque el chisme -aunque algunos todavía lo nieguen- es la base de la humanidad.