Natalia Zuazo nació unos días antes de 1980 en Tolosa, un antiguo barrio ferroviario de La Plata. Dos años antes, la televisión a color había llegado al país. De chica, cuando se enojaba, en vez de escaparse con la bicicleta, se encerraba en el baño a leer enciclopedias: le fascinaba entender el funcionamiento de las cosas mirando mapas con países, océanos, capitales y construcciones. En 1987, su mamá ganó el quinto premio del Gordo de Año Nuevo de la Lotería y compró una IBM PS/2, pesada, de plástico duro color crema. En 1994, un viernes a la tarde, su familia se reunió en la biblioteca y se conectó por primera vez internet. Allí presenció la primera guerra de internet: todos querían conectarse primero al nuevo invento (aunque todavía no hubiera mucho que visitar).

Un año después, a los 15, empezó a trabajar como periodista. Y cuando tuvo que decidir qué estudiar siguió un gran consejo: “El periodismo es un oficio. Estudiá algo de verdad”. Entonces se recibió de licenciada en Ciencia Política en la UBA y realizó su especialización en Relaciones Internacionales (si podía estudiar más, ¿por qué no hacerlo?). Después hizo un máster en Periodismo en Di Tella. Tras un breve paso por la oficina de prensa de la Cancillería Argentina, un editor de Clarín para el que desgrababa entrevistas durante la guerra de Irak la llamó para integrarse a redacción en 2003. Desde entonces, fue editora de varios medios digitales: Clarín.com, Crítica de la Argentina y Perfil.com. Como saber de internet no era común, la empezaron a llamar para encargarse de proyectos digitales, y sigue trabajando en eso: asesorando gente, empresas y organizaciones a estar en la web de una forma profesional.

A comienzos de 2012 fue convocada a una misión complicada: educar para el mundo digital a un equipo que venìa de experiencias en la gráfica. Natalia lo hizo y en mayo de ese año Anfibia tenía un sitio online y redes sociales. Diseñó la estrategia digital de la primera etapa de la revista.

Desde 2008, también empezó a escribir sobre internet, especialmente sobre su cruce con la política. Más aún, sobre las luchas de poder en la Red. Lo sigue haciendo en Brando, Le Monde Diplomatique y Radio del Plata. Su género preferido es el rompemitos: tomar una aseveración de sentido común y analizar sus partes, buscar información y reconstruirla para entender mejor el mundo.

En 2015 publicó su primer libro, "Guerras de internet" (Random House Argentina). Y ahora está escribiendo el segundo.