No hay justicia para las malas víctimas

Con la demanda de difamación lo que Johnny Depp consiguió fue negarle a Amber Heard el derecho a apropiarse de su propia historia. El show, guionado por un equipo de publicistas, buscó destruirla, erosionar su imagen pública y mostrarla como una mentirosa, porque hay víctimas tan moralmente juzgadas que nunca van a poder conseguir ni justicia ni reparación. Si sobre ella -joven, bella, blanca, rica- se levantan así los poderes mediáticos y judiciales para juzgarla y revictimizarla, qué queda para el resto.