De adolescente, a Patricio Pidal le gustaba la astronomía. Estudió química en el secundario y pensaba seguir una carrera afín, pero empezó a hacer fotos con la cámara de su padre.

Se formó en la Escuela de Arte Fotográfico de Avellaneda. Realizó cursos de iluminación y cámara de gran formato, participó de un Taller de Estética Fotográfica y en 2001 expuso colectivamente.

Hizo 350.000 fotos. La mejor fue un retrato de su padre antes de que muriera. Integró el staff de las revistas 3 Puntos y TXT. También formó parte del Diario Crítica de la Argentina. Es miembro de la agencia fotográfica V (AFV). Sus mascotas se llamaron: Cusquito, Rita y Moni.