Salvador Marinaro leyó en un libro de Haikus que los poetas orientales buscaban borrarse a sí mismo, transmitir la sensación del segundo que acaba de suceder sin intromisión. En ese momento supo que la poesía no se diferenciaba mucho del periodismo,ambos comparten el descubrimiento del instante.

 

Suele imponerse una regla para escribir: a mano y con portaminas. Así se ve obligado a corregir los textos cuando los pasa a la computadora.

 

Obtuvo la Licenciatura en Periodismo con mejor promedio. Es profesor en la Universidad del Salvador y terminó las maestrías en Sociología de la Cultura (IDAES/UNSAM) y en Escritura creativa (UNTREF).

 

También, pero nunca lo apunta en su currículum, se recibió de Cheff en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG).Reconoce a kilómetros de distancia una buena medialuna y el pan recién horneado. Cuando cocina, le gusta utilizar muchas especias.

 

Tiene dos libros publicados: “Sinfonía de mareados” (poesía-2010) y “Sueños del mono evolucionado” (cuentos-2010).  Obtuvo el primer Premio de poesía y cuento de la Provincia de Salta, el premio Azucena Villaflor organizado por las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, el Premio Regional de cuento por el NOA y el premio Filosofía sub-40, entre otras distinciones.  Colabora habitualmente en el suplemento literario de La Gaceta de Tucumán.

 

Le cuesta dormir, intenta relajarse: al cerrar los ojos trata de crear pequeños objetos o seres, fauna marina, mapas estelares ficticios, constelaciones que en principio no existen hasta que pasan a hacerlo en un agradable y suave universo onírico.