Ensayo

Laudatio para Dora Barrancos


Compañeras en la gran casa-matria

Dora Barrancos, precursora en los estudios sobre feminismo, recibió el Doctorado Honoris Causa otorgado por la UNSAM por sus aportes académicos y su compromiso con la transformación social y humana. Rita Segato acogió y mimó a su colega y amiga con una laudatio que es un verdadero discurso de gratitud a una maestra, su maestra. Dora nos enseñó que en la Universidad se puede practicar la docencia, investigar, participar en la vida ciudadana y publicar, sin perder la alegría y la solidaridad.

El martes 28 de marzo de 2023 Dora Barrancos recibió el título de doctora Honoris Causa otorgado por la UNSAM por sus estudios precursores sobre feminismo en la Argentina y en la región. Rodeada de amigxs, familiares y colegas, Dora fue homenajeada por investigadorxs y autoridades de la universidad que destacaron sus enormes aportes intelectuales en el campo de los estudios de género, su compromiso con la transformación social y su calidad humana. Rita Segato, titular de la Cátedra de Pensamiento Incómodo de la Escuela de Humanidades y de la Secretaría de Cultura, Comunidad y Territorio, ofreció la laudatio, un discurso de agradecimiento a su colega, maestra y amiga.  

Laudatio para Dora Barrancos

Tengo la gran honra de recibir la encomienda de redactar y leer este elogio a mi amiga, compañera y maestra Dora Barrancos, en la ocasión en que recibe el Doctorado Honoris Causa de esta muy creativa, imaginativa y vital Universidad Nacional de San Martín. Cuando digo maestra lo digo no meramente en cuestiones de la academia, sino maestra en conducta feminista y cívica, patriótica y sobre todo “matriótica”, diría yo. 

Esta, en verdad, es la primera vez en que, en mi relación con Dora, no me encuentro del lado receptor de cuidado, sino en la posición de quien la acoge y la mima. Y debo decir que no es algo sencillo, fácil de hacer, pues ella siempre me ha, de alguna forma, maternado, acogido y cuidado. 

Conocí a Dora personalmente en la Universidad de Brasília en 2009, cuando ella fue convidada por el Departamento de  Sociología para dar la conferencia magistral “Qué hay de nuevo en las Ciencias Sociales en América Latina? Un balance de la perspectiva de género”. No solo me causó intensa admiración ver la erudición que mi compatriota desplegaba ante la absorta y maravillada audiencia de docentes y alumnas, sino que se reavivó con toda la fuerza mi antiguo deseo de volver a mi país, el país de Dora. Y también el dolor, la gran pena por no poder estar aquí, como estoy hoy, por no ser su compañera en la gran casa-matria, en el cotidiano de este nuestro precioso país. Y ahí estaba Dora, de alguna forma diciéndome “vamos, te llevo de vuelta”

Dora Pampeana, como mi mamá, también pampeana. Procedemos de la misma infinita llanura de esperanza y libertad.

Recuerdo que me acerqué y le dije de mi deseo de volver, de mi dificultad para encontrar el camino de regreso -seguramente ella ni se acuerda- y, en medio a las agruras y avideces tan mezquinas que una conoce en los claustros académicos, me encontré con Dora: cálida, acogedora, esperanzada y, por encima de todo, generosa. Dora era humana. Ni una partícula de las restricciones habituales a lo posible y a lo prestativo que uno encuentra en la vida de la universidad. Recuerdo hasta su mirada seria y amorosa y la manera de decirme que comprendía muy bien lo que le estaba diciendo y mis ganas de retornar a “casa”, mi nostalgia por el paisaje del cual un día había partido. Me entendía. Será quizás porque somos las dos leoninas, nacimos con once años y UN DÍA de diferencia: ella el 15 y yo el 14 ¡del mismo mes! 

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Y también lo comprendía pues compartíamos años de tránsito por el Brasil hasta regresar al país. Fue Brasil el país que la acogió en su exilio y más tarde fue en Brasil, en la Facultad de Educación de la Universidad Federal de Minas Gerais, que Dora obtuvo su título de Magister en 1985 y en 1993 obtuvo su doctorado en la Universidad Estatal de Campinas, la UNICAMP. Solo que ella encontró el camino de regreso de inmediato, al terminar la dictadura en Argentina, y fue en el país que desarrolló su exitosa carrera en la que nunca dejó de combinar, con un sentido de “misión” en acuerdo riguroso con sus convicciones y sensibilidad ética, las obligaciones propias de una académica responsable y comprometida con la vida de su país, investigando, enseñando, militando y actuando en la gestión desde su afiliación política y sus convicciones ideológicas. Dora no se abstuvo ni se omitió de nada. Dora se entregó y puso a disposición las herramientas que obtuvo a lo largo de su camino, asumiendo

- la investigación de alto nivel, vinculada al CONICET, hasta alcanzar la posición de Investigadora Principal y llegando nada menos que a ser Directora de esa institución en representación de las Ciencias Sociales y Humanas durante nueve años; 

- la docencia y orientación de alumnos de posgrado en la Universidad de Buenos Aires, donde dirigió el Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras durante diez años, así como también la docencia y orientación a alumnas de otras Instituciones de Educación Superior. 

- la participación activa en la vida política de la Nación hasta llegar a actuar desde 2020 como asesora de la Presidencia y miembra del comité asesor del Ministerio de las Mujeres de la Nación.

Esta es solamente una compacta síntesis de las ocupaciones y contribuciones de Dora Barrancos a nuestro país. A ella se suman innumerables seminarios y conferencias en diversos foros, universidades y congresos, así como tareas de formulación y coordinación de proyectos de investigación dirigiendo sus respectivos equipos de participantes. Incansablemente laboriosa, Dora. En todos los ámbitos y tareas. 

Solo para tener una mínima idea del compromiso feminista de Dora, su constante esfuerzo para apalancarnos a nosotras, las mujeres, mencionaré cuatro de las medidas que, por su intervención, el CONICET adoptó durante sus mandatos: 

–prolongar las licencias por maternidad a las becarias, que era muy restringida.

–aplazar por un año los Informes Reglamentarios a las Investigadoras que hubieran alumbrado en el año coincidiendo con la presentación del Informe.

–ampliar las edades topes para la obtención de Becas e Ingreso a la Carrera del Investigador según el número de hijos.

–y ampliar la paridad de la integración de Comisiones Evaluadoras

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Dora ha publicado ampliamente, un sinnúmero de artículos en revistas académicas y capítulos en libros. Las obras de su autoría, todas publicadas por prestigiosas editoriales, son: 

- Anarquismo, educación y costumbres en la Argentina de principios de siglo. Editorial Contrapunto, Buenos Aires, 1989.  

- Cultura, educación y trabajadores –1890-1930.  Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1991.  

- La escena iluminada. Ciencias para trabajadores 1890- 1893. Editorial PLUSULTRA, Buenos Aires, 1996.  

- Inclusión/Exclusión. Historia con Mujeres, Fondo de Cultura Económica, México/Buenos Aires, 2002.

- Mujeres en la sociedad argentina. Una historia de cinco siglos. Colección Historia, Editorial Sudamericana, 2007.

- Mujeres, entre la casa y la plaza, Colección Nudos de la Historia Argentina, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2008. 

Coronando esta lista con su extraordinaria Historia del feminismo en América Latina,  publicada en 2020 por El Colegio de México en su Colección Historias Mínimas. Esta obra gigante no es de ninguna forma una “historia mínima”. Al contrario, es un magno emprendimiento realizado cabalmente que tendrá un lugar en nuestra cabecera como libro de consulta permanente, pues no deja de dar cuenta de los momentos y personalidades femeninas centrales en la historia de todos los países del continente latinoamericano. 

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Por todo lo dicho y las cosas que aún omití, porque la tremenda extensión y fecundidad de los trabajos de Dora, es difícil entender cómo ha sido posible que, en éste mi movimiento de retorno al pago, ella siempre me tendió una mano, me hizo sentir querida y esperada, me trató con paciencia, simpatía y gentileza. Me doy cuenta entonces de que éste no es solo un laudatio en la ocasión en que Dora recibe el Honoris Causa de esta universidad, nuestra casa, sino un verdadero discurso de gratitud no sólo mío sino de todas las personas a quienes seguramente ella le ha tendido una mano amiga y compasiva. Gracias Dora, por enseñarnos que en la Universidad se puede cumplir con las exigencias de enseñar, investigar, participar en la vida ciudadana y publicar, sin por eso perder la alegría y la solidaridad.

Foto UNSAM - Pablo Carrera Oser